En Siria, en los que los enfrentamientos causan miles de personas fallecidas, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) está instando a las autoridades sirias, y a todos los implicados en la actual violencia, a que cada día hagan cesar los enfrentamientos durante dos horas como mínimo, en todas las zonas afectadas, para que pueda prestarse con rapidez asistencia humanitaria.
'La actual situación exige una decisión inmediata para llevar a efecto una pausa con fines humanitarios en los enfrentamientos', dijo el presidente del CICR, señor Jakob Kellenberger. 'En Homs y en otras zonas afectadas, familias enteras han tenido que permanecer encerradas durante varios días en sus viviendas, sin poder salir para conseguir pan, otros alimentos o agua, o para buscar asistencia médica'.
Desde el 11 de febrero, equipos de la Media Luna Roja Árabe Siria y del CICR han podido entrar en las ciudades de Homs, Bludan, Al Zabadani y masaya (zona rural de Damasco) para proporcionar asistencia humanitaria a las personas vulnerables que necesitan ayuda. Si se hace temporalmente un alto en los enfrentamientos, el CICR y la Media Luna Roja Árabe Siria podrían incrementar de forma significativa su asistencia y responder mejor a las necesidades vitales de la población.
Al mismo tiempo en Libia, a pesar de la caída del régimen desde ya hace varios meses, las dificultades y el peligro persisten. Miles de personas siguen detenidas, individuos y comunidades enteras viven bajo la amenaza de los artefactos sin estallar, y muchas familias tratan de averiguar qué fue de sus seres queridos desaparecidos. En este escenario, el CICR sigue adelante con su labor humanitaria.
'Estamos prestando especial atención al trato que se dispensa a los detenidos, y recalcando la necesidad de que se respete su dignidad en todo momento', señaló el Georges Comninos, jefe de la delegación del CICR en Libia. 'La situación actual es compleja y plantea ciertas dificultades, ya que existen numerosos centros de detención y diversas autoridades al mando', continúa. El CICR ha instado a las autoridades de las distintas administraciones a que velen por que los detenidos sean entregados al Ministerio de Justicia y trasladados a un centro de detención adecuado lo antes posible.
Las visitas del CICR se suceden periódicamente. Los delegados de la organización se entrevistan en privado con los detenidos de su elección para comprobar sus condiciones de reclusión y el trato que se les dispensa. 'Nuestra experiencia y el diálogo constructivo que hemos entablado con las autoridades en todos los niveles nos han permitido lograr ciertas mejoras en este momento tan crítico', concluye Comninos.
La labor del CICR también consiste en reducir los riesgos que suponen los restos explosivos de guerra. Muchas zonas castigadas por los combates siguen plagadas de artefactos sin estallar, lo cual constituye una grave amenaza para la población civil que trata de retomar la vida que llevaba antes del conflicto. La ciudad de Sirte es la más castigada del país.
Pero su misión también consiste en ayudar a la población para que pueda acceder al agua potable y a la atención médica. A principios de febrero, el CICR donó siete nuevas bombas para abastecer de agua potable a cerca de 32.000 personas en la ciudad de Al Qubah y en 12 localidades próximas a Bengasi.
En los dos casos, el Comité Internacional de Cruz Roja hace su posible para poder incrementar de forma significativa su asistencia y responder mejor a las necesidades vitales de la población.